
¿Qué significa la letra Z de tu nombre según la Kabbalah, y cómo podría ayudarte en tu vida?
La relación entre la letra Z y la letra Jet que le sigue en el alfabeto hebreo es un intrincado sistema de conexiones entre las fuerzas masculinas (Z) y femeninas (J).
La Kabalá también atribuye a la letra zain valores relacionados a los alimentos y a la nutrición.
Z al principio del nombre o apellido: las personas cuyo nombre comienza con la letra Z son enérgicas y amantes de la vida, y aprovechan al máximo sus placeres y enfrentan maravillosamente los desafíos que requieren de mucha energía para ser encarados.
Z en el medio del nombre o apellido: si tu nombre incluye una z, significa que necesitas de mucha emoción para diversificar tu vida, siempre buscando retos a los que hacer frente.
Sobresales especialmente en las tareas que requieren de coraje, determinación, iniciativa, fuerza, espíritu de lucha, tenacidad y asertividad. La vida para ustedes es un campo de batalla, y son guerreros que toman prisioneros: es decir, son misericordiosos y no albergan resentimientos.
Z al final del nombre o apellido: Si tu nombre termina con la letra Z. significa que recibirás una poderosa energía que te dará una ventaja en la actividad física.
Serás bendecido con una alegría natural y una mente optimista, y el dinero para ti se convertirá en un medio para traer felicidad a tu vida, y en tu vida amorosa serás abierto, honesto y directo.
Z al comienzo del nombre y al comienzo del apellido: si tanto tu nombre como tu apellido comienzan con la letra Z, significa que dice lo que sientes, anhelas amar, mimar, soñar y cortejar,ir tras una aventura tormentosa -incluso tras quienes pueden dejarte en la estacada, o exigirte muchos cambios-.
Esta persona compra obsequios compulsivamente, pero es generosa y feliz de compartir con los demás. Son amantes del tráfico, la movilidad, el entretenimiento y la acción.
Corrección personal según la Kabalá: Dado que la Z es una letra dinámica y arrolladora, cualquier persona que la tenga en su nombre debe adoptar intentar atemperar un poco esas cualidades, por ejemplo haciendo meditación o psicoterapia, sobre todo para aprender a moderarse y calmar sus impulsos.