Alimentos afrodisíacos de la cocina judía: el apio

Alimentos afrodisíacos de la cocina judía: el apio

Si hay un vegetal sinónimo de “afrodisíaco”, ese es el apio. Una receta para aprovechar todas sus virtudes, y un recorrido por su lugar en la cultura judía…

La reputación del apio como afrodisíaco se encuentra ya en escritos griegos y romanos, y se ha utilizado extensamente a través de la historia y la geografía como cura de la impotencia y potenciador del rendimiento masculino. No se trata solo de lo obvio (su forma), pues la ciencia contemporánea ha encontrado que: – estimula la hipófisis y las suprarrenales, glándulas clave en el normal funcionamiento hormonal

–  contiene androsterona, una de las feromonas masculinas más potentes. Consumir cantidades adecuadas de apio (en especial crudo) podría aumentar la producción natural de estas feromonas y, por lo tanto, el atractivo masculino

Además, el apio es un vegetal bajo en calorías y rico en fibras, algo ideal para las personas que enfrentan problemas en su vida sexual debido a la obesidad y el sobrepeso.

De hecho, el apio es 83% de agua y, por lo tanto, es un refrigerio perfecto para comer cuando se está a dieta.  En la tradición judía, el apio es sobre todo protagonista de una de las grandes “polémicas” en torno al Seder de Pesaj (cena de las Pascuas judías): el karpas, ¿es apio o perejil?

Un dilema casi irresoluble, pues el Talmud muestra la misma confusión que los griegos a la hora de diferenciarlos: mientras los griegos consideraban al perejil como una variedad silvestre del apio… ¡los rabinos de la Mishná consideraban al apio como una variedad silvestre del perejil! Sorprendentemente, no hay demasiadas referencias al poder afrodisiaco del apio en la cultura judía, nada tímida a la hora de hablar abiertamente de estos temas.

La indicación de consumir apio o jugo de (hojas de) apio en el mes de Av que se encuentra en algunos calendarios higiénico-dietético medievales no hace ninguna referencia a su poder afrodisiaco. Pero algo habría de todos modos. pues los naturistas recomiendan beber entre 100 y 200 ml de jugo de apio todos los días, como tónico fortalecedor. Y aquí entra el “champán judío”, el Cel-Ray Tonic del Dr. Brown, una infusión de semillas de apio y azúcar, que se dice fue inventada en 1869 por un médico en el Lower East Side de Nueva York que se hizo muy popular entre los judíos de Nueva York en la década de 1930.

El Cel-Ray Tonic se volvió omnipresente en los deli de Nueva York, pues era un mejor acompañamiento al pastrami y similares que las gaseosas más dulces y con sabor a frutas. Todavía hoy se venden un millón de latas al año de Dr. Brown’s.

Apio relleno

Recordemos que el apio crudo conserva mejor sus propiedades.

Ingredientes (para una persona)

2 hojas de apio
2 aceitunas negras picadas
1 cucharada de queso crema
Sal y paprika a gusto

Procedimiento

Se lavan y secan las hojas de apio cuidadosamente.

Se rellenan con las aceitunas y el queso bien ligado.

Se espolvorea con paprika y sal, Se sirve frío.