
Ante la sucesión de rupturas de la cuarentena, el rabino Natan Grunblatt recuerda cuál es el orden de prioridades según la ley judía
“Estimada comunidad, quisiera volver a recalcar que este shabat, shabat parashat hajodesh, entramos al mes de Nisan, mes de Ietziat Mitzraim (la salida de Egipto), finalizamos el mes de Aadar, mes de mazal (suerte), mes de simjá (alegría).
Este shabat vamos a servir a Hashem con alegría en nuestras casas porque es lo que Hashem quiere en estos momentos de nosotros.
Está absolutamente prohibido participar de ningún minián (el quórum de diez necesario para que pueda realizarse un servicio religioso judío) con ninguna excusa, de ninguna manera.
La persona que lo hace carga sobre si la responsabilidad de, jas veshalom (D’s no lo permita) ser el el transmisor hacia otra persona que tampoco no se de cuenta y esa otra persona ser el transmisor a alguien que le genere un minian de pikuaj nefesh (el precepto de la ley judía que indica que está permitido violar cualquier mandamiento u obligación religosa para salvar una vida).
No porque nos dañe a nosotros -eso cada uno puede decidir si quiere dañarse a si mismo- pero se va a dañar a otro y a otro…
Está absolutamente prohibido participar de ningún minian ni en la casa ni en un patio ni en ningún lugar bajo ninguna circunstancia y este shabat lo serviremos a Hashem con simjá y simjá redoblados porque tenemos la fe total que todo es para bien…
Shabat shalom y simjá”
Llegado el shabat, se tomaron apenas el tiempo para recitar las oraciones respectivas y continuaron trabajando durante todo el día.
“Hicimos todo lo posible para salvar vidas, a pesar del Shabat. La gente preguntaba: ‘¿Por qué estás aquí? No hay judíos aquí’, pero estamos aquí porque la Torá nos ordena salvar vidas … Estamos profanando el Shabat con orgullo …“