Antibióticos, ¿el nuevo arma contra el cáncer?

Antibióticos, ¿el nuevo arma contra el cáncer?

Investigadores israelíes han encontrado bacterias de la boca dentro de tumores malignos de colon, sugiriendo que una simple gingivits podría ser mucho más importante para nuestra salud de lo que creemos…

Gilad Bachrach es un microbiólogo de la Universidad Hebrea de Jerusalén especializado originalmente en enfermedades como la tuberculosis y la fiebre de Malta.
Sus investigaciones más recientes se centran en una bacterias en particula llamada Fusobacterium nucleatum, que se ha encontrado presente en tumores malignos de colon.

Bachrach dirige uno de los únicos cinco laboratorios en el mundo que pueden manipular genéticamente a F. nucleatum. Esta bacteria es parte de la flora bucal, por lo que se piensa que podría llegar a los tumores a través de la sangre y no solo a través del intestino. Cuando las encías están inflamadas, es común que sangren, y es entonces que las bacterias pueden entrar al torrente sanguíneo.   Pero lo más importante no es eso, sino las consecuencias: una proteína presente en la superficie de las fusobacterias, la Fap2, se une y activa un receptor en las células inmunes conocido como TIGIT, suprimiendo la capacidad de las células inmunes para destruir el tumor.

Si las fusobacterias pueden llegar al colon a través de la sangre, también pueden alcanzar tumores en otras ubicaciones, protegiéndolos del sistema inmune. El equipo de Bachrach descubrió que las bacterias colonizaban en forma específica los tumores de colon porque encontraban azúcares expuestos en sus células. Luego buscaron otros tipos de cáncer donde esos azúcares están expuestos, y encontraron que uno de ellos es el cáncer de seno. Para detener la propagación del cáncer, dice Bachrach, los médicos deberían considerar no solo los tratamientos típicos contra el cáncer, sino también los que impiden la diseminación bacteriana, como los antibióticos. El objetivo final de los investigadores israelíes es rediseñar genéticamente las fusobacterias para que colonicen el cáncer y lo destruyan, en lugar de ayudarlo a evadir el sistema inmunológico.