“Quien no vacuna a su hijo es un asesino”, dicen rabinos ultraortodoxos

"Quien no vacuna a su hijo es un asesino", dicen rabino ultraortodoxos

La humanidad está tan desquiciada que hay cada vez más gente que piensa que proteger a sus hijos es exponerlos a enfermedades mortales que estaban casi erradicadas desde hace décadas…

“Quien no vacuna a su hijo es un asesino”, dicen rabino ultraortodoxos

La humanidad está tan desquiciada que hay cada vez más gente que piensa que proteger a sus hijos es exponerlos a enfermedades mortales que estaban casi erradicadas desde hace décadas…

Miles y miles de personas se sienten espléndidas consigo mismas defendiendo teorías conspirativas y seudo-científicas que nos hacen retroceder a la situación sanitaria de la Edad Media, sin importarles las consecuencias para hijos propios y ajenos.

En el 2000, los Estados Unidos declararon que el sarampión, una enfermedad virósica altamente contagiosa, había sido erradicada. Pero un estudio falsificado -que asociaba la vacuna con el autismo- publicado en 1998 desencadenó el movimiento de los “anti-vacunas”, que no para de crecer pese a que las afirmaciones de ese estudio han sido ampliamente desmentidas por múltiples investigaciones científicas rigurosas.

El resultado es el regreso con fuerza del sarampión en todo el mundo, incluyendo en Israel.

Las autoridades rabínicas de todas las corrientes han adoptado una firme posición sobre la obligación de vacunar: el rabino Yosef Shalom Elyashiv, por ejemplo, quien considera la negativa de los padres a vacunarse contra el sarampión como negligencia.

El rabino Asher Weiss, define a la obligación de vacunar como una forma de responsabilidad comunitaria, y el rabino Mordechai Halperin califica a una persona que rechaza la vacunación como un “asesino indirecto” y un mazzik, alguien que daña, una subcategoría de gezel (robo).

El rabino Herschel Schechter, por su parte, ha declarado que la obligación de vacunar se deriva del principio dina d’maljuta dina, la obligación de respetar la ley del país (es decir, la legislación estatal, no religiosa).

Pero, por motivos mucho más sociológicos que religiosos, las comunidades ultraortodoxas son las más expuestas al riesgo de la falta de vacunación. Esto obligó a los rabinos de esas comunidades, particularmente en Israel, a adoptar una posición aún más enérgica respecto a la vacunación, condenando vigorosamente a quienes se niegan.

Su posición es inequívoca: todos deben vacunarse, de inmediato.

El llamado a la acción se abre con un llamamiento de reputados médicos israelíes a que se vacune de inmediato a todos los niños.

Luego, los rabinos declaran: “El Shuljan Aruj afirma que la Torá les dio a los médicos la misión de curar, que es una mitzvá (mandamiento religioso) y un pikuaj nefesh (preservación de la vida humana, que tiene precedencia sobre cualquier otra consideración).

Cualquiera que no esté vacunado es un asesino … Todo padre debe asegurarse de que su hijo y su hija sean inmunizados de inmediato, porque -D’s no lo permita- la epidemia se propagará. 

Un padre no tiene derecho a impedir la vacunación. Todo Israel debe darse prisa para cumplir con esta obligación…“.

La declaración fue respaldada por los rabinos Itzjak Zilberstein, Shimon Ba’adani, Israel Rosenberg y Menachem Mendel Lubin.

En los Estados Unidos, en tanto, el rabino David Niederman dijo en un comunicado emitido por el Departamento de Salud del Estado de Nueva York:

“En la Torá dice: ‘V’nishmartem Meod L’nafshoseijem‘, que una persona debe cuidar su salud. Es muy claro que es necesario que los padres se aseguren de que sus hijos estén vacunados, especialmente contra el sarampión ”.