Tisha B’Av, ¿el “martes 13” judío?

Tisha B'Av, ¿el "martes 13" judío?

Son tantas las desgracias que le ocurrieron al pueblo judío alrededor del 9 (Tisha) del mes de Av, que bien podría declararse a esa fecha como “día nacional judío de la mala suerte”…

Tisha B’Av significa “el noveno (día) de Av” y, según el año, cae a fines de julio o principios de agosto en el calendario gregoriano.  

Es un día en que se conmemora principalmente la destrucción del Primer y Segundo Templos de Jerusalem, los que según la tradición fueron destruidos el mismo día, el nueve de Av (el primero por los babilonios en 586 a.e.c.; el segundo por los romanos en 70 e.c.).  

La destrucción de los Templos no significó solo una tragedia religiosa, sino y sobre todo una catástrofe nacional, pues en ambos casos significó el fin de la vida independiente judía en su tierra y el comienzo de un exilio de siglos.

En el quinto mes (Av), el séptimo día del mes … vino Nebuzaradán (general babilonio)… y quemó la casa del Señor… (II Reyes 25: 8-9)

En el quinto mes, el décimo día del mes … vino Nebuzaradán … y quemó la casa del Señor… (Jeremías 52: 12-13)

¿Cómo, entonces, se deben conciliar estas fechas? El séptimo día los paganos entraron al Templo y comieron allí y lo profanaron durante el séptimo y octavo días, y hacia el anochecer del noveno le prendieron fuego, y continuó ardiendo todo ese día… ¿Por qué los rabinos eligieron el noveno día [como la fecha de conmemoración]? El comienzo de cualquier desgracia [cuando se prendió el fuego] es el momento más importante (Talmud Ta’anit 29a)

Solo esto bastaría para afirmar que Tisha B’Av es realmente un “martes 13” judío: el martes es el día de Marte, el Dios romano de la guerra, por lo cual está también regido por el planeta rojo, el de la destrucción, la sangre y la violencia. 

Pero como si la destrucción de los Templos no hubiera sido suficiente:

Cinco desgracias cayeron sobre nuestros padres … en el noveno de Av. … En el noveno de Av se decretó que nuestros padres no debían ingresar a la Tierra [Prometida], el Templo fue destruido la primera y segunda vez, Betar fue capturada y la ciudad [Jerusalén] fue arrasada (Mishnah Ta’anit 4: 6)

Este texto hace referencia a:

– 1313 a.e.c.: los espías regresaron de la Tierra Prometida con informes aterradores, y los israelitas se niegan a la tierra. Di-s decreta que, como castigo, vagarían por el desierto durante 40 años

– La revuelta de Bar Kojba contra los romanos en 133 e.c. termina en derrota: los judíos de Betar son masacrados el 9 de Av y el Monte del Templo es arrasado un año después en la misma fecha. 

Tisha B’Av, que se conmemora fundamentalmente mediante un ayuno, se transformó con el tiempo en un día de luto para conmemorar las muchas tragedias que han sucedido al pueblo judío, muchas de las cuales ocurrieron según la tradición el nueve de Av o cerca de esa fecha, principalmente:

– El Decreto de la Alhambra, emitido el 31 de marzo de 1492, ordenó a todos los judíos que abandonaran España a fines de julio de 1492. El 31 de julio de 1492 fue Tisha B’Av

– El Edicto de Expulsión de Inglaterra fue emitido el 18 de julio de 1290 (unos días antes del 9 de Av).

Tisha B’Av es la culminación de un período de tres semanas de duelo creciente, que comienza con el ayuno del 17 de Tamuz, que conmemora la primera brecha en los muros de Jerusalén, antes de que el Primer Templo fuera destruido. 

Durante este período de tres semanas, las bodas y otras fiestas no están permitidas, y las personas se abstienen de cortarse el pelo. Desde el primero hasta el noveno de Av, es costumbre abstenerse de comer carne o beber vino (excepto en Shabat) y usar ropa nueva.

El ayuno de Tisha B’Av

El ayuno comienza al atardecer del 8 de Av y concluye al anochecer la noche siguiente. 

Tisha B’Av nunca se observa en Shabat: si el 9 de Av cae un sábado, el ayuno se pospone hasta el 10 de Av.

Las restricciones durante el ayuno de Tisha B’Av son similares a las de Iom Kipur: abstenerse de comer y beber (incluso agua); lavado, baño, afeitado o uso de cosméticos; usar zapatos de cuero; tener relaciones sexuales; participar en salidas, viajes o actividades placenteras similares; y estudiar la Torá (a excepción de las partes que se ocupan de la destrucción de los Templos). 

Las personas que están enfermas no deben ayunar en este día.  

El trabajo en el sentido habitual de la palabra [en lugar del sentido de Shabat] también está restringido (se permite trabajar, pero no se recomienda). En este día, uno debe centrarse en el duelo y el arrepentimiento. Si hay que trabajar, es preferible comenzar después del mediodía.

En Tisha B’Av se observan muchas de las prácticas tradicionales de duelo: las personas se abstienen de sonreír, reír y conversar de nimiedades, de enviar obsequios, e incluso de saludarse (pero se puede responder a saludos), y se sientan en taburetes bajos.

En la sinagoga, se lee el libro de Lamentaciones y se recitan oraciones de duelo. El arón hakodesh (el gabinete donde se guarda la Torá) está cubierto de negro.

Tisha B’Av, paso a paso

A partir del mediodía del 8 de Av, limitamos nuestro estudio de la Torá a los pocos temas permitidos que son de naturaleza triste o que aluden a la destrucción de los Templos.

Precediendo al ayuno, se consume una comida nutritiva por la tarde, antes de los servicios de Minjá. Luego, a última hora de la tarde, se consume una “comida de separación” (seuda hamafseket), que consiste en pan y un huevo duro bañado en cenizas, acompañado de agua. Esta comida se come en soledad, sentad@ en un taburete bajo.

La comida debe terminar al anochecer, cuando todas las leyes de Tisha B’Av entran en vigencia.

Los servicios nocturnos de Tisha B’Av se llevan a cabo en la sinagoga, donde el arca ha sido despojada de su cortina decorativa y las luces se han atenuado. Las oraciones de la tarde son seguidas por la lectura de Eijá (Lamentaciones).

Las oraciones de la mañana se llevan a cabo sin tallit y tefilín, ya que ambos se consideran adornos. La mayor parte de la mañana está ocupada por la lectura de Kinot, elegías que marcan las diversas tragedias que sucedieron al pueblo judío.

Es costumbre dar caridad extra en Tisha B’Av, como en todos los días de ayuno.

Después del mediodía, está permitido sentarse en sillas, y se usan tallit y tefillin durante la oración de la tarde. En la sinagoga, la cortina del arca se vuelve a su lugar antes de las oraciones de la tarde.

Muchas comunidades tienen la costumbre de limpiar la casa y lavar los pisos después del mediodía, en “anticipación” de la esperada Redención.

Después del ayuno

Cuando cae la noche, antes de romper el ayuno, uno debe realizar netilat iadaim (lavado de manos), esta vez cubriendo toda la mano con agua, pero sin recitar la bendición. También es costumbre realizar Kidush Levana en este punto, celebrando el renacimiento de la luna y nuestro esperado renacimiento nacional.

El Templo fue incendiado la tarde del 9 de Av, y terminó de quemarse el 10. Por lo tanto, las restricciones de los nueve días (como no comer carne, nadar o lavar ropa) se extienden hasta el mediodía del día 10 de Av.

No todo es tristeza en Tisha B’Av

Incluso en el llanto más amargo puede encontrarse una pizca de alegría y consuelo. 

De hecho, la lectura de Eijá (Lamentaciones) concluye con el verso “¡Restauranos en Ti, oh Señor, para que podamos ser restaurados! Renueva nuestros días como antaño“. 

También hay una costumbre entre muchos de leer las Kinot impresas en folletos de papel muy endeble y perecedero, con la esperanza de que no sean necesarios el próximo año.