Las apps de citas pueden provocar depresión y baja autoestima: estudio israelí

Las apps de citas pueden provocar depresión y baja autoestima: estudio israelí

Se debe al “miedo a perderse algo” (FOMO), causado por el uso de aplicaciones de citas y relacionado con una baja autoestima, trastornos del humor y otros efectos secundarios negativos

El FOMO puede manifestarse como ansiedad social, y las investigaciones existentes han demostrado una conexión entre FOMO y la depresión y la insatisfacción con la vida.

De la literatura disponible se desprende claramente que este fenómeno tiene consecuencias psicológicas y fisiológicas en quienes lo experimentan.

El estudio, dirigido por el Dr. Riki Tesler encontró que el FOMO estaba relacionado con la insatisfacción con la vida, síntomas psicológico negativos y baja autoestima, así como con un aumento de los problemas para dormir, la falta de energía y la tendencia a enojarse.

Más de 80% de los estudiantes solteros usaban apps de citas. Alrededor de 25% de los estudiantes laicos usaban una aplicación más de cinco veces al día y 15% de los estudiantes religiosos hacían lo mismo.

Unos 500 estudiantes israelíes laicos y religiosos participaron del estudio, que examinó el uso de las apps de citas más populares:Tinder, OKCupid y Bumblebee, entre otras.

Después de una cita, alrededor de 60% de las estudiantes laicas declararon que sentían que habían perdido una mejor oportunidad, en comparación con el 55% de las estudiantes religiosas.

Por su parte, 45% de los hombres religiosos sintió que había perdido una mejor oportunidad, en comparación con el 44% de los estudiantes laicos.

La abundancia de opciones y ofertas en las aplicaciones de citas es un problema serio, al igual que los patrones de depresión entre las mujeres religiosas en comparación con los otros grupos encuestados, según los autores del estudio, que indicaron que las mujeres religiosas son “definitivamente una población de riesgo a considerar”.

El estudio también encontró que los estudiantes laicos tendían a sufrir más de FOMO que los estudiantes religiosos.