Adón Olam, en una versión poco común

Adón Olam, en una versión poco común

¿Cuántas veces has visto a una orquesta militar rusa interpretando “Adón Olam*”?

*El “Adón Olam” (algo así como “Señor del Mundo”) es una de las más conocidas oraciones de la liturgia judía, muy popular sobre todo por su particular melodía

Adón Olam: Fonética en hebreo y traducción al español

Adon olam, asher malaj, beterem kol ietzir nibrá;
leet nasá bejeftzo kol, azai melej shemó nikra.
Veajarei kijlot akol, levadó imloj norá.
Vehú haia veu hove, veu ihé betifará.
Vehú ejad vein sheni leamshilo leajbira.
Vehú rishon vehú ajaron, lejol jomer ulejol tzura.
Beli reshit beli tajlit, veló aoz veamisrá.
Beli erej beli dimion beli shinui utmurá.
Beli jivur beli pirud, gadol koaj ugvurá.
Vehú E-lí vejai goali, vetzur jeblí beiom tzará.
Vehú nisi umanos li, menat kosí beiom ekrá.
Vehú rofe veu marpé, vehú tzofé vehú ezrah.
Veijadoafkid ruji beet ishan veaira.
Veim ruji gueviati, Ado-nay li velo irá.
Bemikdashá taguel nafshí meshijenu ishlaj meherá.
Veaz nashir bebet kodshí amén amén shem norá.

El Señor del Mundo reinó antes que ningún ser existiese.
Cuando todo existió según Su voluntad, entonces Se proclamó Rey.
Y cuando todo se concluya, Él permanecerá.
Él existía, existe y existirá siempre con gloria.
Él es Uno sin segundo; nadie se le puede comparar.
Él es el primero y sin fin con relación a toda materia y formas existentes.
Sin principios y sin fin; Suya es la fuerza y toda la potencia.
Sin proporción alguna con Su valor ni equiparación; no hay nada que pueda igualársele.
Sin unión y sin dispersión; es la potencia y el Poder Supremo.
El Eterno es mi Dios y mi Redentor, y mi amparo en las horas de tribulación.
Él es mi estandarte, mi refugio, la porción de mi cáliz de salvación cuando me equivoco.
Él es médico y cura, Él protege y ayuda.
En Su mano deposito mi espíritu, cuando duermo y cuando despierto.
Y con mi alma y mi cuerpo el Eterno estará conmigo; no temo a nada.
Con Su Santuario se regocijará mi alma; a nuestro Ungido enviará pronto.
Y entonces cantaremos en la Casa de Su Santuario: Amen así sea el nombre del Temeroso.