Dos bisele mashke, una oda en idish al alcohol y los borrachos

Dos bisele mashke, una oda en idish al alcohol y los borrachos

Una apasionada declaración de amor en idish a la bebida, a la buena y a la de las otras…

Salomón Smulewitz, desconocido hoy en día, era a principios del siglo XX uno de los intérpretes y compositores más popular en el mundo judío en ídish, que escribió durante su carrera más de 500 canciones.

Smulewitz no tuvo una vida fácil. Su padre, un cantor litúrgico, murió cuando Shmulevich tenía 12 años, y debido a que era huérfano pronto se encontró sin un techo sobre su cabeza.

Vagó por Bielorrusia, Ucrania y Polonia, cantando en la calle y tocando en compañías de teatro. Como era un niño pequeño con una voz aguda, a menudo interpretaba el papel de una niña.  A los 12 años, Smulewitz escribió su primer poema, el autobiográfico, “El triste huérfano“. Pronto se ganó una reputación como autor talentoso.

El estilo de ópera que era popular en los últimos años del siglo XIX influyó mucho en su estilo interpretativo. En sus viajes por América, Smulewitz fue al principio una gran estrella, pero la buena fortuna no se mantuvo. En la década de 1920, el mundo ya lo consideraba anticuado, y murió en la pobreza extrema en 1943.https://www.youtube.com/watch?v=nhgO5A68-Oc

Dos bisele mashke (Un traguito)

La palabra mashke a veces se traduce como whisky en lugar de licor (genérico)

En ti, pequeña copa de vino, yace toda mi felicidad. Cuando quiero ser feliz te echo una mirada

Te deseo, eres mi consuelo. Deleitas mi débil pecho, mantienes mi alma viva.

Al diablo contigo, dinero, al diablo con todo el mundo, me reiré de ustedes mientras tenga una copa de vino.

Eres delicioso, dulce como el azúcar. Soy contigo  tan fiel como un niño

Aunque me tumbes al piso, todo vale la pena gracias a ti.

Para ti, para ti, nada es demasiado caro. Eres tan querido para mí

Por ti saltaría al fuego e incluso dentro de la tumba oscura.

¡Estoy listo para morir ahora mismo, por ti iría incluso a la tumba!

Si supiera que después de mi muerte …

¡Mejor que me des un poco de vino!

¡Qué bueno es estar muerto … de borrachera!