
En esta fecha de 1856 fallece el famoso poeta Heinrich Heine, que se convirtió al cristianismo en 1825 al considerar que era la única manera de entrar plenamente en la sociedad alemana y europea.
Heine veía a su conversión como una cuestión de conveniencia práctica diciendo que “así como Enrique IV dijo ‘París bien vale una misa’; Yo digo, ‘Berlín vale la pena del sermón’“.
Heine permaneció ambivalente sobre su decisión por el resto de su vida.
Heine permaneció ambivalente sobre su decisión por el resto de su vida.